


Piratería. El Arctic Sea transportaba algo más que madera. O es una operación encubierta de los propios rusos o es un recado que han dejado a los rusos: “Conocemos todos tus manejos, hemos expiado la carga y nos hemos quedado con lo que queríamos”. Cuanto más se conoce del periplo del Arctic Sea más turbiedad destila el secuestro. El secuestro, asimismo, —hipótesis menos probable pero no descartable—, puede marcar el retorno a la piratería naval de rancia tradición en el continente europeo. La segunda hipótesis (recado a los rusos) es la que mejor explica la reacción airada de Medvedev, el presidente de la Federación Rusa, ordenando a su marina de guerra, encontrar el barco.
Cuanto más se conoce del periplo del Arctic Sea más turbiedad destila el secuestro
La Autoridad Marítima de Malta (AMM) —el Arctic Sea, navegaba bajo pabellón de Malta—, asegura que el barco no estuvo en paradero desconocido como se afirmó oficialmente, sino que se ocultó la información para preservar la seguridad de las personas a bordo y de la propia nave. Rusia halló y recuperó el control del carguero en Cabo Verde en una operación que se saldó con la detención de ocho piratas según la información filtrada por el Kremlin y la Autoridad Marítima de Malta confirma los arrestos de estas personas (estonios, letones y rusos). La Comisión de Seguridad Marítima de Malta siguió en todo momento, junto a una delegación maltesa en Helsinki, el desarrollo del secuestro del Arctic Sea, propiedad de la compañía armadora finlandesa Solchart Management.
“La Comisión querría aclarar que los movimientos del Arctic Sea siempre fueron conocidos durante varios días, a pesar de los informes de que el barco había ‘desaparecido’”, reza el comunicado. “Hubo consenso entre las autoridades investigadoras de Finlandia, Malta y Suecia en no filtrar ningún tipo de información sensible para no poner en peligro la vida y la seguridad de las personas de a bordo y la integridad del barco.
El Arctic Sea navegaba con un cargamento de madera desde Finlandia hacia el puerto argelino de Bejaia, adonde debía llegar el 4 de agosto a través de Gibraltar. Sólo a principios de agosto, según la versión ofrecida hasta ahora, se supo por sus propietarios y otras fuentes que, cuatro días antes de desaparecer, el barco fue abordado cerca de una isla sueca en el Báltico por unos desconocidos, que se acercaron en una lancha y se presentaron como agentes de Policía.
:: Información escasa y muy confusa
La escasa información de las autoridades rusas no ha convencido a los escépticos, que dudan que realmente haya ocurrido el incidente y sospechan que podría haber sido un modo de encubrir un posible envío secreto de armas o material nuclear. “Los miembros de la tripulación confirmaron que los captores demandaron un rescate y amenazaron con volar la nave si no se obedecían sus órdenes”, dijo un portavoz del Ministerio de Defensa ruso citado por la agencia Interfax.
Se desconoce qué cantidad de dinero demandaban. La Autoridad Marítima de Malta ha confirmado que las personas que capturaron el Arctic Sea estaban armadas y se deshicieron de sus armas cuando el barco (de la Marina rusa) ‘Ladny’ ordenó a la tripulación del carguero detener la embarcación”. El Arctic Sea, es más que probable, es un secuestro preñado con sorpresa.
