


Tráfico de armas. El carguero finlandés “Arctic Sea”, que estuvo desaparecido durante tres semanas, llevaba a bordo además de madera armas “de origen desconocido y con destino incierto”, informó hoy el diario “Moskovski Komsomolez” (”MK”) citando a fuentes de los servicios secretos rusos. El barco fue detectado por barcos de guerra rusos frente a la costa de África occidental. Los ocho presuntos piratas detenidos son al parecer criminales con antecedentes que habían sido contratados por el servicio secreto de un país de la UE.
Además, la fiscalía de Rusia confirmó por primera vez que se está analizando un posible contrabando de armas. Quizá a bordo no sólo se transportara madera, dijo el director de la autoridad que investiga el caso, Alexander Bastrykin, en una entrevista que el diario estatal “Rossijskaya Gazeta” publicará el miércoles. “No descartamos ninguna posibilidad”, aseguró Bastrykin, citado por la agencia de noticias Interfax, que publicó hoy de forma adelantada fragmentos de esa entrevista. El “Arctic Sea” será trasladado para más investigaciones al puerto de Novorossijsk en el Mar Negro. En tanto, los 15 tripulantes liberados del barco seguirán detenidos el tiempo que haga falta hasta esclarecer su posible participación en el secuestro. El Ministerio del Exterior ruso informó por la noche que en una primera revisión del carguero no se encontró “nada sospechoso”. De todas formas, el cargamento del barco se sigue analizando exhaustivamente.
La fiscalía de Rusia confirmó por primera vez que se está analizando un posible contrabando de armas. Quizá a bordo no sólo se transportara madera, dijo el director de la autoridad que investiga el caso, Alexander Bastrykin
El diario “Moskovski Komsomólets” afirmó que, para el eventual asalto del barco mercante, Moscú envió al Atlántico un grupo de cuarenta comandos del espionaje militar GRU, aunque su entrada en acción no fue necesaria dado que los piratas se rindieron sin oponer resistencia. El Ministerio de Exteriores ruso afirmó hoy, por su parte, que durante el primer registro del barco mercante recuperado “no se encontraron cargamentos sospechosos”.
El navío —que navega hacia Rusia con su capitán y otros tres marineros a bordo, mientras otros once fueron trasladados en avión a Moscú—, “será registrado con más detenimiento en algún puerto a lo largo de su itinerario”, según el comunicado. La Cancillería admitió que en este incidente quedan muchas cosas por aclarar, como por ejemplo, si el secuestro inicial del barco está relacionado con su posterior desvío hacia el Atlántico.
:: Piratas contratados por un servicio secreto de un país de la Unión Europea
Agrega que otro hecho misterioso es que, tras ser alcanzado el “Arctic Sea” por el buque de guerra, su capitán (posiblemente forzado por los secuestradores) afirmó que el barco era norcoreano y transportaba madera de La Habana a Sierra Leona, lo que requirió consultas con Pyongyang, que desmintió tal posibilidad. La nota oficial confirma que, en realidad, Rusia conoció en todo momento el paradero del barco gracias a informaciones de gobiernos extranjeros, y que en la solución de ese incidente participaron las autoridades de Finlandia, Suecia, Malta, Cabo Verde y la OTAN.
Bastrikin, en una entrevista con la edición del miércoles del diario “Rossíyskaya Gazeta”, adelantada por la agencia Interfax, confirmó además que los tripulantes rusos del barco “están bajo custodia” para esclarecer si están implicados o no en el secuestro. El funcionario insistió en que los marineros fueron incomunicados “dentro del marco legal, como testigos que deben ser interrogados sin demora” junto a los ocho piratas recluidos en la prisión Lefórtovo de Moscú.
También defendió el derecho de Rusia de procesar a los piratas capturados, refrendado en la Convención de derecho naval de 1982, y la autoridad de la Fiscalía para interrogar a los marineros liberados y arrestar el barco hasta el fin de la investigación. Por otra parte, aseguró que los once marineros, encerrados en un hotel bajo custodia de agentes de seguridad, ya han obtenido permiso para telefonear a sus familias, que denunciaban la falta de toda comunicación con sus prójimos no obstante su liberación.
Mientras, los abogados de los presuntos piratas, que no se reconocen culpables del secuestro, apelaron hoy la orden de su arresto dictada por una corte moscovita. Según las autoridades, los presuntos piratas son dos ciudadanos rusos, uno letón, otro estonio y cuatro personas sin ciudadanía, que, a juzgar por sus nombres y apellidos, son todos de origen ruso. Los ocho detenidos son investigados por “secuestro de personas” y “piratería”, y podrían ser condenados a hasta veinte años de prisión.
