


Rezar en grupo. Zapatero ha elegido para el Desayuno Nacional de Oración el versículo 24:14-16 de el Deuteronomio: «No explotaras al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas, o un extranjero, que vive en alguna de las ciudades de tu país. Págaras su jornal ese mismo día, antes que se ponga el sol, porque está necesitado, y su vida depende de su jornal». El Deuteronomio es un libro bíblico del Antiguo Testamento y precede a los libros históricos que se inician con Josué. El libro recibió el nombre de Deuteronomio porque así lo titula en la versión griega de los LXX: déuteros nómos o “Segunda Ley” por oposición a la “Primera Ley” recibida por Moisés en el Monte Sinaí. Por este motivo, la vulgata latina traslada la voz griega como Deuteronomium.
¤ LÍDER DE LEYENDA
Zapatero no defraudó a nadie en el Desayuno Nacional de Oración, cumpliendo con todas las expectativas. Ha cumplido, y a rajatabla, con lo que todos esperaban del personaje. Se lo ha montado de izquierdista bravucón dispuesto a hacer justicia. No es Mosiés, pero cree que sí y que puede pasar por el legendario profeta del cristianismo, del judaísmo y del Islam. Moshé, en hebreo); Mūsa, en árabe; y Moisés en español.
Zapatero se lo ha montado de multicultural y revolucionario al estilo Hugo Chávez. No se ha cortado ni con cristal y lo ha hecho ante la flor y nata de Estados Unidos. El Deuteronomio es una parte del Antiguo Testamento que se comparte con el Tanaj hebreo, es el último texto de la Torá (la Ley) y para los cristianos del Pentateuco (las cinco cajas donde se guardan los rollos hebreos). Es un libro que también comparte el Islam. No es un libro teológico. Dios ha entregado una Ley en el Sinaí (los diez mandamientos) y ha suscrito una Alianza que caerá porque el pueblo no es capaz de cumplir su parte. Y si el pacto cae, el apoyo divino fallará y grandes desastres se abatirán sobre el pueblo de Israel. El Deuteronomio nos explica que la política de Dios no es negociable. La última misión de Moisés, por lo tanto, es advertir al pueblo hebreo que debe cumplir el pacto cuanto él no esté y les previene para que combatan la injusticia social y luchen para cumplir con el decálogo.
El versículo elegido por Zapatero es muy del agrado de los antiguos manuales de la Teología de la Liberación. Zapatero ha vuelto al viejo Marx para denunciar la explotación del hombre por el hombre, entiéndase, por las injustas estructuras capitalistas. El versículo termina anunciando «Si no, apelará (el explotado) al Señor y tu serás culpable». O sea, la ira de Dios, se abatirá sobre el capitalismo y le darán a él y a tipos como él, que se han leído el Deuteronomio y el Manifiesto Comunista todo el poder para hacer cumplir el decálogo, los diez mandamientos pasados por la criba del socialismo socialistón.
:: Zapatero cumple con todas las expectativas
Zapatero no defraudó a nadie en el Desayuno Nacional de Oración, cumpliendo con todas las expectativas. Ha cumplido, y a rajatabla, con lo que todos esperaban del personaje. Se lo ha montado de izquierdista bravucón dispuesto a hacer justicia. No es Mosiés, pero cree que sí y que puede pasar por el legendario profeta del cristianismo, del judaísmo y del Islam. Moshé, en hebreo); Mūsa, en árabe; y Moisés en español.
Zapatero ha venido al mundo para abrir, el solito, a pulmón, las aguas del Atlántico, doblar la capacidad del Canal de Panamá (Sacyr), inundar el Pacífico y unir en una misma misión liberadora a los pobres del mundo, ribereños del Atlántico, del Pacífico, del Índico y del Mediterráneo, para cumplir con el decálogo y allanar el camino del cielo, destruyendo el capitalismo. Zapatero ha colmado todas las expectativas. ¿Queréis arroz? Tres tazas. Zapatero se ha ido a Washington a amenazar desde aquella tribuna a las fuerzas que se le oponen en España haciendo un guiño a sus aliados naturales, los sindicatos, que en España, ¡Jesús!, se le han puesto de manos. Conclusión: Zapatero está más solo que la una. Dentro y fuera de casa. Es un antiguo, un carcamal y un cierrabares. Su interpretación de los libros sagrados es del mismo jaez que la quehacen los teólogos de la liberación que tanto daño han hecho en América Latina, que se lo siguen haciendo, y cuyos resultados Zapatero quiere importar para España.
Poco hace —a favor de Zapatero— el impostado uso que hace de las palabras de El Quijote al fina de su alocución: «Por la libertad , así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. La Libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos»”. Lo que Zapatero entiende por Libertad ha quedado bien demostrado en sus seis años de mandato.
