
Escáner: ACTUALIDAD, CONTEXTO, ANÁLISIS
CONFLICTO SOCIAL, ÉTNICO Y RELIGIOSO
Masacre de cristianos en Nigeria

Masacre. Cientos de personas han comenzado a ser enterradas este lunes en la ciudad nigeriana de Jos, poblada por berom y religión cristiana, situada a unos 350 kilómetros al noreste de la capital de Nigeria, Abuya, después de que este domingo fuera asaltada por los pastores de la etnia fulani, nómadas y de religión musulmana, un asalto que se saldó con al menos 500 muertos, según confirmó este lunes un consejero del gobernador del estado de Plateau, Dan Manjang. “Ha comenzado un entierro masivo de los muertos organizado por las autoridades estatales bajo fuertes medidas de seguridad. No se permitió que ningún residente estuviera cerca de la fosa común durante el entierro, y la zona fue acordonada por los soldados”, aseguró un residente, Fidelis Tawkek. “Hay una presencia militar muy fuerte en la zona, y se han desplegado tres camiones de soldados y dos vehículos blindados para impedir una escalada de violencia”, afirmó Shamaki Gad Peter, de la ONG local Liga por los Derechos Humanos.
Los ataques estuvieron “bien coordinados y fueron indiscriminados, se lanzaron de manera simultánea y las mujeres, los niños y los discapacitados fueron asesinados a machetes y después quemados”
Según Peter, los ataques estuvieron “bien coordinados y fueron indiscriminados, se lanzaron de manera simultánea y las mujeres, los niños y los discapacitados fueron asesinados a machetes y después quemados”, informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN. “Cientos de pastores de la tribu fulani —un grupo étnico nómada— invadió nuestra aldea, Dogo Nahawa, y dos aldeas vecinas. Mi esposa y dos de mis hijos fueron asesinados en el ataque”, aseguró Peter Gyang a IRIN. “Los atacantes comenzaron a disparar para que la gente saliera asustada de sus casas, y entonces comenzaron a atacarlos con los machetes antes de prenderles fuego”, añadió.
Otro habitante de la aldea, Yusuf Alkali, afirmó que los ataques son una represalia por las muertes producidas en enero, cuando cientos de pastores de la tribu fulani fueron asesinados. “Es obvio que los ataques se realizan en venganza por el ataque contra los asentamientos de los fulani durante la violencia que se produjo en enero a manos del grupo berom”, afirmó. La disminución de la tierra cultivable, la manipulación de las líneas de demarcación y la impunidad han incrementado el riesgo de violencia, lo que convierte al estado de Plateau en una región vulnerable a situaciones de enfrentamientos recurrentes, de acuerdo con el Gobierno y con diferentes organizaciones.
Además, los acusados de violencia sectaria no suelen ser juzgados, de acuerdo con la ONG Human Rights Watch (HRW). La Policía local afirmó que la mayor parte de las 300 personas que fueron arrestadas después de las muertes producidas en enero aún permanecen bajo custodia policial en Jos y Abuya. La mayor parte de los cerca de 20.000 desplazados durante la violencia en enero han comenzado a dejar los nueve campamentos que se crearon para albergarlos. El director de la Cruz Roja en Jos, Auwalu Mohamed, subrayó que “el número de desplazados en estos campos se ha reducido significativamente, y ahora ya no tenemos más de 6.000″. Los trabajadores humanitarios ya intentan calcular el número de desplazados por la violencia producida el domingo.
:: El Vaticano expresa su preocupación y horror
El Vaticano expresó este lunes su “preocupación y horror” por los actos de violencia que han tenido lugar este fin de semana en Nigeria, donde unas 500 personas de etnia berom y religión cristiana murieron a manos de ganaderos nómadas de etnia fulani y religión musulmana. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que la noticia ha generado “preocupación y horror” en la Santa Sede, aunque, precisó que, según parece, los ataques “no son de naturaleza religiosa sino social”.
Por su parte, el arzobispo de Abuya, monseñor John Olorunfemi Onaiyekan, señaló en declaraciones a Radio Vaticano que “se trata del clásico conflicto entre ganaderos y agricultores” con la particularidad de que “los fulani son todos musulmanes y los berom son todos cristianos”. “Fácilmente, la prensa internacional tiende a decir que se trata de una matanza entre cristianos y musulmanes. Pero no es éste el caso, porque no se matan a causa de la religión sino por reivindicaciones sociales, económicas, tribales y culturales”.
“Desde el punto de vista de la Iglesia, continuamos trabajando para promover buenas relaciones entre cristianos y musulmanes e intentamos ponernos de acuerdo para controlar la violencia y comprometernos juntos para afrontar los problemas concretos, políticos y étnicos”.