


La reformina sanitaria. Barack Obama obtiene el mayor triunfo parlamentario en cuarenta años, tras pactar con los antiabortistas. Según técnicos del congreso, la versión final limita el déficit a US$ 940.000 millones repartidos en diez ejercicios, de 2010/11 a 2019/20. En seis ocho semanas, el presidente pasó de la derrota electoral en Massachusetts a lograr su meta sociopolítica más ambiciosa aunque atenuada por numerosas concesiones. “La reforma del seguro médico es clave y hemos dado la batalla hasta el fin”, señaló Nancy Pelosi, jefa de la mayoría oficialista en la cámara de Representantes.
Hay dudas sobre si la ley que promulgue Obama será la misma que entre en vigor dentro de cuatro años. “Genera demasiadas situaciones inestables con las que tendrá que lidiar el Congreso”
Las crifras de la reforma sanitaria han sido y siguen siendo muy preocupantes para los legisladores conservadores de ambos partidos (Republicano y Demócrata), por tratarse de una reforma que llevará mucho tiempo estabilizarla presupuestariamente. Los republicanos insisten en que el plan oficial usa demasiados “trucos contables”, pues gran parte de la cobertura aseguradora útil aparece, en realidad en la última fase de la reforma.
El texto actual de la reforma extenderá el seguro primario de atención médica primaria a 90, no 95%, en una población próxima a 300 millones. También ampliará en nueve años el programa medicare para los más viejos, con acceso a específicos hoy indisponibles en la medicina privada. Por una parte, las aseguradores privadas, muy costosas, rechazan a viejos o gente con historias clínicas “difíciles”. Por otra, el país gastaba en 2007 un 4% del PBI en salud, o sea el doble de Europa occidental (con prestaciones mucho más complejas). Por ejemplo, la mitad de las bancarrotas individuales de los Estados Unidos son ocasionadas por gastos médicos que no pueden pagar.
:: Retos pendientes
Bajo la nueva legislación, las aseguradoras tendrán que ofrecer cobertura a los menores con condiciones preexistentes adversas, dentro de los próximos seis meses. No se sabe, sin embargo, cuánto cobrarán por dicha cobertura extra
A pesar del éxito logrado con la aprobación en el Congreso de la reforma sanitaria en Estados Unidos, el presidente Barack Obama y su Partido Demócrata enfrentarán una serie de desafíos en los meses venideros. Algunos de los retos están asociados a la promulgación de la ley misma, a la letra pequeña, y lo que realmente costará en términos presupuestarios. Gran parte de las reformas del sistema de salud, en realidad, no entrarán en vigor hasta 2014, circunstancia que la oposición republicana convertirá en dividendo político para cobrárselo a Obama en las elecciones legislativas del próximo noviembre.
Ni un solo republicano voto a favor de la ley de reforma sanitaria y por lo tanto, la medida continúa siendo muy polémica en Estados Unidos, al punto de que los republicanos se han comprometido a derogarla tan pronto como puedan. Aunque el proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de Representantes, el paquete de enmiendas debe regresar al Senado para recibir el visto bueno.
Se espera que esto suceda mañana mismo cuando la oposición intentará de nuevo obstaculizar algunas de las propuestas. El blanco más probable serán los cientos de miles de millones de dólares en impuestos adicionales que se necesitarán para financiar la reforma aún sin concretar o débilmente definidos. Aún no está claro cómo se pagará. Con la economía todavía débil y el desempleo por encima del 10%, hay preocupación y mucha de que tal aumento tributario neutralice cualquier beneficio que produzca la extensión de la cobertura del seguro de salud.
El debate en torno de la reforma ha polarizado a la sociedad estadounidense. Michael Cannon, director de Estudios sobre Política Sanitaria del Instituto Cato, en Washington, asegura que hay dudas sobre si la ley que promulgue Obama será la misma que entre en vigor dentro de cuatro años. “Genera demasiadas situaciones inestables con las que tendrá que lidiar el Congreso”.
Por ejemplo, bajo la nueva legislación, las aseguradoras tendrán que ofrecer cobertura a los menores con condiciones preexistentes dentro de los próximos seis meses. No se sabe, sin embargo, cuánto cobrarán por dicha cobertura extra. Al mismo tiempo, afirma el analista, los jóvenes e individuos saludables se verán motivados a cancelar sus pólizas existentes a sabiendas de que tendrán una alternativa más barata en el futuro. La tendencia podría provocar un colapso de los mercados de seguros.
El tiempo dirá si la nueva legislación logrará un equilibrio entre la universalización de la cobertura del seguro de salud, el control de sus costos, las buenas prácticas de las empresas aseguradoras y la calidad del servicio que se obtiene al final de todo el proces. Para los republicanos, esta medida es antiestadounidense, tan odiada por la gente, que les entregará la victoria en la Cámara de Representantes y en el Senado en las próximas elecciones de noviembre.
:: ¿Éxito o fracaso?
El debate en torno de la reforma le ha dado foco y nueva vida al Partido Republicano. Muchos republicanos están estar convencidos de haber perdido una batalla, pero no la guerra
En el corto plazo, Obama sale fortalecido y gravemente perjudicado al mismo tiempo. El presidente puede jactarse de haber cumplido con uno de sus temas prioritarios de campaña, el de reestructurar el sistema de salud. Una victoria que no pudieron consumar sus predecesores. Sin embargo, otra de sus grandes promesas como candidato, la de eliminar el enfrentamiento cáustico en Washington y fomentar la armonía bipartidista, se ha transformado en una de las divisiones ideológicas más abismales en la historia de Estados Unidos.
El debate en torno de la reforma le ha dado foco y nueva vida al Partido Republicano. Muchos republicanos están estar convencidos de haber perdido una batalla, pero no la guerra. Están seguros de que la victoria de enero en Massachusetts (donde un republicano ganó el escaño en el Senado que dejó el fallecido demócrata Ted Kennedy) y los sondeos de opinión están enviando un claro mensaje en su favor. “Para ellos, esta medida es antiestadounidense, tan odiada por la gente, que les entregará la victoria en la Cámara de Representantes y en el Senado en las próximas elecciones de noviembre”.
El corresponsal explica que el proceso ha sido desordenado y, algunas veces, desagradable. Obama ha procedido a tientas y ha cometido varios errores. La pregunta es si el resultado le proporciona adeptos por su tenacidad y perseverancia o, por el contrario, el abandono de quienes votaron por él pensando en que era un político diferente. Los desafíos, continúa nuestro corresponsal, vendrán tanto de la derecha como de la izquierda, pues muchos de los políticos más a la izquierda sienten que ha realizado demasiadas concesiones desviandose del proyecto original al punto de convertir la reforma sanitaria en una reforma prácticamente inútil e insignificante.
