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CATÁSTROFE MEDIOAMBIENTAL EN EE UU
La mancha de crudo seguirá creciendo durante tres meses

Mancha de crudo. Barcos maniobrando sobre la mancha de crudo (zona oscura del agua), en el Golfo de México, en las costas de Lousiana, Mississippi, Alabama y Florida
Derrame. El secretario de Interior estadounidense, Ken Salazar, garantizó este domingo que el Gobierno “pondrá la bota en el cuello” de la petrolera British Petroleum para asegurarse de que la compañía inglesa cumple los términos de su contrato por los que se responsabiliza de contener el derrame de crudo que se extiende por la costa del Golfo y que podría seguir manando durante otros tres meses hasta que se completen las tareas de contención. “Nuestro trabajo consiste en poner la bota en el cuello de la BP para quie desempeñe las responsabilidades estipuladas tanto por ley como por contrato para que den un paso al frente y detengan este derrame”, declaró Salazar a la cadena estadounidense CNN.
“Nuestro trabajo consiste en poner la bota en el cuello de la BP para quie desempeñe las responsabilidades estipuladas tanto por ley como por contrato para que den un paso al frente y detengan este derrame”
En este sentido, Salazar ratificó que el mecanismo instalado por la petrolera para regular la salida de crudo, y cuyo fallo posibilitó el derrame, es “defectuoso” y agregó que en el peor de los casos, la rotura del mecanismo de filtro podría expulsar diariamente una cantidad de crudo equivalente a 100.000 barriles de petróleo o más, en el peor de los casos. Además, Salazar advirtió de que podrían pasar hasta tres meses antes de completar las operaciones necesarias para sellar el pozo. “Estamos hablando de que podríamos tardar hasta 90 días antes de completar la situación definitiva, que es un pozo de alivio”, añadió en una entrevista a NBC. Un pozo de alivio sirve para redireccionar el petróleo que se expulsa desde el pozo principal, el cual a su vez suele acabar sellado definitivamente.
:: Consecuencias
Obama ha recibido numerosas críticas en las últimas horas y ya hay quien asegura que el presidente se enfrenta a su particular «Katrina»
La extensión de la gran mancha de crudo supera los 10.000 kilómetros cuadrados, una extensión similar a la del Principado. Mientras el crudo avanza, las autoridades de Estados Unidos cerraron ayer dos plataformas y evacuaron una tercera ubicadas cerca de la gran marea negra. Según la Guardia Costera de EE UU, el cierre de estas estructuras se ha decidido como medida de precaución. La situación en la zona del derrame se agrava y va camino de convertirse en uno de los peores desastres naturales de la historia de los EE UU. Los trabajos de los servicios de limpieza se han visto complicados en las últimas horas por el mal tiempo que azota las costas de Luisiana, Florida, Misisipi y Alabama. El Servicio de Meteorología de EE UU ha pronosticado que, si en las próximas horas la dirección e intensidad del viento no cambia, las manchas de crudo podrían afectar de lleno a Luisiana.
A pesar del temporal, más de 6.000 efectivos y centenares de barcos siguen trabajando en la zona. Según fuentes del sector, se han utilizado vehículos submarinos para lanzar productos químicos en el lugar de la fuga, a más de 1.500 metros de profundidad. Se desconoce, de momento, si estos productos podrán ser efectivos. BP y las autoridades de Estados Unidos han dicho que los químicos fueron lanzados durante la noche y que sus resultados serán evaluados a lo largo de las próximas horas.
Este vertido también tendrá consecuencias inmediatas para toda la industria extractora de crudo. La Casa Blanca anunció la paralización de cualquier prospección submarina hasta aclarar las causas del accidente que el pasado día 20 causó la explosión de la plataforma de la multinacional británica BP, donde murieron once personas. Ello implica congelar las polémicas prospecciones en Alaska y en el Atlántico que autorizó Obama.
El Gobierno de Obama ha recibido numerosas críticas en las últimas horas y ya hay quien asegura que el presidente se enfrenta a su particular «Katrina», en referencia al huracán que arrasó Nueva Orleans y que ocasionó decenas de miles de muertos y muchos millones de dólares en pérdidas.