


Desplome de la Bolsa Española. El Ibex 35 registró este martes la segunda mayor caída del año (-5,41%), que lo situó por debajo de los 10.000 puntos por primera vez desde julio de 2009 (9.859,1), arrastrado por el pánico al contagio de la crisis griega tras surgir el rumor de que España necesita ayuda y de que Fitch podría rebajar el ‘rating’ de la deuda española. El Ibex abrió en negativo, pero logró contener las caídas hasta que el miedo de los inversores se desbordó y hundió al selectivo más de un 5% durante algunos momentos de la sesión, poniendo en peligro incluso el soporte de los 9.800 puntos.
El mensaje del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien consideró una “absoluta locura” y un “despropósito descomunal” el rumor de que España necesitará una ayuda de 280.000 millones de la Unión Europea, ni el anuncio de Fitch, que mantiene el rating triple ‘A’ de España con perspectiva estable, lograron frenar la sangría al cierre de la sesión. El mayor descenso fue para Sacyr Vallehermoso (-10,15%), seguida de Telecinco (-8,41%), BBVA (-7,59%) y Banco Popular (-7,34%). Banco Santander, por su parte, se dejó un 7,08%, por delante de Iberdrola (-5,94%), Bankinter (-4,80%), Banco Sabadell (-4,47%) y Banesto y Repsol YPF (-4,40%).
Ningún valor del Ibex logró terminar en positivo y los que menos caídas se anotaron fueron Iberdrola Renovables (-3,84%), Telefónica (-3,75%), Criteria (-3,58%) y REE (-3,27%). El castigo de los inversores afectó a todas las plazas europeas pero se cebó con Grecia, que se desplomó un 6,6%, seguida de Portugal (-4,21%). París, por su parte, cedió un 3,64%, por delante de Francfort (-2,60%) y Londres (-2,56%). Wall Street, que abrió con fuertes caídas, perdía un 2% al cierre de los mercados europeos.
:: Calmar a los mercados
Los expertos aseguran que continúa la incertidumbre y “nada hace calmar los mercados”, por lo que, a su juicio, sería necesario un mensaje claro por parte de todos los países para “calmar los ánimos”. Los analistas IG Markets explican que pese al rescate de Grecia, la situación aún no está clara, y cualquier rumor dispara de nuevo las alarmas, lo que provoca que los inversores piensen que España y y Portugal “están en el punto de mira”. No obstante, no descartan que el mercado esté descontando también que el paquete de medidas que se han adoptado para ayudar a Grecia no sean suficientes.
:: Defensa cerrada de Europa y de la ayuda a Grecia
En el parqué español cundía el pánico al tiempo que Zapatero defendía, en Bruselas, la fortaleza de Europa y salía en defensa de la ayuda a Grecia. Los mercados que nos son ciegos, sordos o mancos, comprendieron el significado último de sus palabras: ayudamos a Grecia porque queremos contener en esa parte del Mediterráneo, el descreimiento general sobre el futuro del euro. Zapatero está haciendo un flaco servicio a la Unión Europea, en el semestre que preside, cuando acude en su defensa y un mayor daño a España cuando se propone defenderla defendiendo a Grecia. Los ataques al euro son constantes y cada vez más feroces.
Hace apenas un semestre, cualquiera podía ser objeto de expulsión del parnaso macroeconomico, si alguien se atrevía a formular que el FMI terminaría acudiendo al rescate de algún país miembro de la eurozona. Se pensaba en el BCE como en un útero inagotable, contantemente preñado y constantamente dando a luz (euros). No ha sido así. Las políticas de estímulo han tocado fondo. La capacidad fiscal de Europa está en entredicho. No se puede imprimir más euros sin correr el riesgo del colapso de su valor de cambio.
:: 280.000 millones
Los rumores de que España podría necesitar 280.000 millones de euros, de manera urgente, no sólo circulan dentro de las fronteras, también en Europa. Le Figaro cita a un operador de ‘Global Equities’ que dice que “Hay un rumor que ha comenzado a circular por las mesas de operaciones según el cual, España necesitaría 280.000 millones de euros que podría pedir al FMI”. Rumor que ha sido calificado por Zapatero de absoluta locura y sin que las palabras de Zapatero hayan servido para algo. La credibilidad de la clase política y de Zapatero en particular, está bajo mínimos. A esto hay que sumar que el diario francés Les Echos lleva a portada la crisis española, tanto económica como también moral y que el New York Times afirma que “España puede seguir el mismo camino que Grecia”.
Para el diario galo, Les Echos, a la crisis económica que sufre España con más de 4,6 millones de parados y un déficit público del 11,2% del Producto Interior Bruto, “José Luís Rodríguez Zapatero sufre una profunda crisis moral paralela”, ilustrada por una aceleración de la corrupción y la socavación reiterada de las decisiones de un tribunal, el Supremo, al que paradójicamente tanto la derecha como la izquierda lo acusan de partidista. Les Echos destaca los reiterados fracasos del Tribunal Constitucional, “profundamente dividido políticamente” para decidir durante más de tres años sobre la validez del estatuto de Cataluña. En este sentido, la tensión entorno a la ley de memoria histórica, el estatuto de Cataluña y las autonomías causa “tensión innecesaria mientras que la situación económica de España exige más unidad y la movilización de todos”.
:: The New York Times
New York Times, por su parte, pone como ejemplo el frustrado proyecto de fusión de las cajas Gallegas para resaltar la “incapacidad del Gobierno español a la hora de tener mano firme frente a los problemas financieros”. Las cajas de ahorros, afirma el rotativo, no es un problema exclusivo de Galicia sino que afecta a todo el entramado financiero español. El gobierno español tiene que lidiar con el problema financiero, el elevado déficit fiscal, el elevado desemple y la persistente recesión.
Por todo ello, “España está en peligro de seguir el mismo camino de Grecia”, según aseguran los inversores. Y puede verse incapaz de encontrar dinero en los mercados con unos tipos de interés aceptables, incluso pese a que la deuda pública de España sea inferior a la griega.
:: Problemas para la pseudo Unión Monetaria
Los problemas se multiplican en todos los frentes. frente privado, institucional, político, financiero, económico y social y a fin de cuentas, sin posibilidades de reacción, atados de pies y manos, abocados a una crisis de liquidez generalizada. Los economistas, los expertos españoles en el ámbito macroeconómico, muy comprometidos con la eurozona, permanecen atrincherados, escondidos, desaparecidos, guardando un ecrupuloso silencio, incapaces de ofrecer una explicación convicente y sin ánimo alguno de arrepentimiento.
La clase política y la opinión pública, opinadores incluidos, a su vez, también fuertemente comprometidos con un proyecto de Unión Monetaria, que tiene de exuberante lo que falta de racional, guarda escrupuloso silencio o, en su defecto, realiza proclamas encendidas en favor de un modelo, la eurozona, con profundas e inquietantes lagunas. Los países que primero rompieron el Pacto de Estabilidad fueron, precisamente, los principales valedores de la fórmula y de la eurozona, Francia y Alemania. De aquellos lodos el presente aspecto, bochornoso, de las cuentas públicas de la Unión Europea.
Los ciudadanos dijeron en tres ocasiones, en Holanda, en Francia y en Irlanda ‘NO’ la Constitución Europea, asunto que no fue obstáculo para que la clase política del MNHVC (Muy Noble y Honrable Viejo Continente) optara por desairar a sus propios pueblos y ensayar la puerta de atrás para reintroducir con calzador el Nuevo Tratado de la Unión por el que se adoptaba una suerte de extraña Constitución con lagunas imperdonables desde el punto de vista del derecho y de las garantías jurídicas.
