


Plan de rescate. En los próximos meses España tiene que hacer frente a vencimientos de deuda por valor de €150.000 millones entre deuda pública y privada. El sector público y privado tiene que hacer frente a vencimientos por valor de €60.000 y €90.000 millones respectivamente. Cantidades imposibles de atender sin previa declaración de Suspensión de Pagos con las secuelas consiguientes. Ni el Estado puede obtener dicho dineral en el mercado de la deuda ni Cajas y Bancos, por su parte, lo pueden obtener de sus clientes o del mercado interbancario, cerrado al cal y canto.
El manguerazo abierto por el Banco Central Europeo servirá de cobertura al Plan de rescate para España, por valor de €250.000 millones, que ya diseña en combinación con el Fondo Monetario Internacional
El manguerazo abierto por el Banco Central Europeo servirá de cobertura al Plan de rescate para España, por valor de €250.000 millones, que ya diseña en combinación con el Fondo Monetario Internacional. El excedente servirá entre otras muchas cosas, para llegar a final de año y encarar, parcialmente, la morosidad originada por la promoción inmobiliaria emboscada en el sector financiero. Morosidad oculta en créditos renegociados (nueva apertura) en 2008, 2009 y 2010 por valor de más de €150.000 millones y que ya despiden un fuerte olor a bacalao en descomposición. Se trata de pescado podrido (deuda oculta) bajo miles de toneladas de sal.
Créditos abiertos en canal, que han servido de exusa a nuestro sistema financiero para simular actividad económica y computar falsos ingresos. La martingala, en todo caso, toca a su fin y con su fin el final de demasiados gestores y consejos de administración, incapaces de pedir perdón o balbucear, siquiera, alguna excusa parcialmente inteligente.
:: Tiempo de descuento
La deuda pública y privada española equivale al 270% de nuestro PIB. Un Producto Interior Bruto, además, en horas bajas. Si el Plan de Rescate de la economía Española se retrasara en el tiempo, el 270% podría convertirse en muy pocos meses tiempo en un 350 o 400%. El tiempo trabaja contra España. El diferencial de la deuda con el bono alemán ha superado ampliamente los 200 puntos y los 500 los CDS (los seguros para dicha deuda). En un escenario de retraso del Plan de Rescate el 11,2% de déficit público, el actual, tenderá a crecer en lugar de reducirse, ante las exigencias del servicio de la deuda.
El inventario español de viviendas sin vender, de superior volumen al de toda Europa junta, inferior al de Estados Unidos, no es un dato que contribuya a mejorar la percepción de nuestros problemas económicos. Viviendas sostenidas en balance a un precio artificial que ha permitido, hasta la fecha, escamotear la bancarrota de buena parte de nuestro sistema financiero. La estrategia energética de España, en otro orden de cosas, es otro factor y no pequeño que apesadumbra y oscurece la percepción que se tiene de nuestra estructura económica. Los costes energéticos industriales y domésticos, estratosféricos y nada comeptitivos, en buena parte originados por la demagogia de las supuestas energías renovables, que no son tal, de eficiencia residual y a precios desobirtantes, han contribuido tanto a la escasez energética como a la dependencia extrema y a su carestía imparable.
:: Libro de apunte
Tocará revisar el tamaño por volumen de trabajadores y número de oficinas del sector financiero y tocará hacer cuentas del volumen de prejubilaciones del sector financiero que, sin escrúpulos, contribuirá a deteriorar, aun más, las cuentas públicas.
Los manguerazos desde el erario público debieran ser objeto de escrutinio por parte de las Cámaras y dar cumplida cuenta de los mismos a la opinión pública, con las específicas exigencias para que los beneficiarios expliquen su uso y las obligaciones que contraen ante tanta generosidad. A los españoles nos tocará abrir el cuaderno de apunte y prepararnos para un escenario que dista mucho de ser idílico. Se avecinan grandes sacrificios y justo sería que los mismos se prorratearan, que afectaran por igual al sector público, al privado y a la clase política que debiéramos remozar en su totalidad.
La crisis, de momento, está afectando de manera dramática al sector privado y particularmente a los autónomos, micros, pequeñas y medianas empresas, con una crudeza explosiva que se está cobrando muchas piezas, es decir muchos empresarios y emprendedores. La crisis se está convirtiendo en crisis de salud aguda para numerosos empresarios (infartos, ictus, depresiones…), un capital humano de muy difícil reposición. Si la crisis es de una severidad extrema en el mercado laboral, con tantas personas, clase media, reubicada en clase marginal, sus efectos no son menos corrosivos en el ámbito de la acción económica protagonizada por empresarios y emprendedores.
