


Por Luis J. Menéndez. Ha costado, pero finalmente aquí tenemos la continuación de “Disco Romance“, el álbum con el que el dúo sueco Sally Shapiro se puso al frente de la corriente neo-italo. Once temas componen esta segunda entrega, “My Guilty Pleasure”. Incluso un defensor a ultranza del comercio discográfico y de un anticuado modo de consumir música como yo, debe de rendirse ante la evidencia de algunas ventajas del nuevo paisaje en el que descarga ilegal campa a sus anchas: esencialmente, que un disco producido modestamente en un hogar cualquiera de la lejana Suecia y sin distribución en nuestro país se convierta en referente dentro la cada vez más pujante escena disco(pop) internacional. Es lo que ocurrió con “Disco Romance” (2007), primer álbum de Sally Shapiro, un dúo en el que ella pone la voz y Johan Agebjörn, nuestro interlocutor, la música.
Sally Shapiro · Love In July
Creo que tanto Sally como yo compartimos la idea de lo que es una estrella del pop, y ella definitivamente no quiere convertirse en eso. No disfruta sobre el escenario ni le gusta viajar demasiado, así que hemos decidido prescindir del directo
“La repercusión que tuvo nos pilló totalmente por sorpresa, porque no pensamos que les fuera a interesar más que a cuatro colgados del italodisco. Sin embargo funcionó muy bien entre el público indie pop”. Algo que ahora, visto con cierta perspectiva, no resulta tan descabellado si nos atenemos al prestigio del que siempre han disfrutado Saint Etienne y el repentino interés de propuestas como las de La Roux, Annie o Ladyhawke. Después llegaron los dos álbumes de remezclas (a cargo de pesos pesados como Lindstrøm, Juan Maclean, Junior Boys o Dntel) y “una serie de singles. Pero ponernos con el disco nos tomó casi un año. Llámalo el bloqueo del escritor, si quieres. Porque sí, daba pánico saber que había miles de personas esperando a que saliera”.
La timidez es precisamente una de las características propias de Sally Shapiro, un proyecto que ha renunciado a salir a tocar en directo y cuya cantante se niega a desvelar su identidad. “Lo de la identidad secreta de Sally fue una idea que nos vino a la cabeza cuando sacamos el primer single, ‘I’ll Be Your Side’. Era una manera de homenajear los singles ochenteros del rollo disco, utilizando un seudónimo molón, pero después de eso pensamos que la idea encajaba perfectamente con su personalidad y poca disposición a hacerse fotos o responder entrevistas. Creo que tanto Sally como yo compartimos la idea de lo que es una estrella del pop, y ella definitivamente no quiere convertirse en eso. No disfruta sobre el escenario ni le gusta viajar demasiado, así que hemos decidido prescindir del directo y en vez de eso yo me muevo solo en mi faceta como Dj”.
Con estas, y teniendo en cuenta que el propio Johan ha comentado alguna vez que cuando Sally graba sus pistas todo el mundo debe irse del estudio para evitar sentirse avergonzada, cuesta trabajo imaginarse la génesis del grupo… “Yo siempre he sido muy fan de KLF, del ambient y la IDM (Aphex Twin, Autechre, Biosphere, Brian Eno…). Lo que pasa es que en los últimos años creo que el nu-disco y el neo-italo tienen muchísimo más potencial que la IDM, que se encuentra en un callejón sin salida. Es una visión que comparto con Jon Tye, del sello Lo Recordings, que ha hecho un giro muy similar con su serie de recopilatorios ‘Milky Disco’. Sally por su parte tiene un pasado más indie pop.
Nosotros éramos amigos bastante íntimos, pero yo no la había escuchado cantar más que alguna vez frente al piano, en esas típicas reuniones navideñas en las que se arrancaba con algún villancico. Al escucharla inmediatamente pensé que su voz se ajustaba totalmente al patrón de las divas del italodisco, así que la convencí para cantar alguno de mis temas. Así empezó todo”. Casi cuatro años después están de vuelta con este “My Guilty Pleasure“, que por el momento sigue sin tener distribución por aquí (quién lo entiende…) y se caracteriza por una producción más electrónica, sin estribillos tan evidentes como los de su debut y la voz azucarada de Sally siempre protagonista. “Aunque ha costado, al final nos hemos quedado muy contentos con la producción, que creo que es más variada que en ‘Disco Romance‘. La verdad es que a mí me parece que aún no ha pasado el tiempo suficiente para comparar ambos discos, pero Sally dice que para ella éste es mucho mejor…”.

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