


Revival reinterpretado. Dice Patrick Carney (batería y 50% de The Black Keys) que este es el álbum que él y su compinche Dan Auerbach siempre habían querido grabar, pero que todavía no habían crecido lo suficiente como músicos para hacerlo. Habrá que creerle, aunque más que crecer a mi me da en la nariz que se trata de una cuestión de puro y duro atrevimiento. Ese lanzarse y quitarse los corsés para dotar a tu musculoso rock basado en el blues y el garage más rudimentario y minimal, de grandes dosis de soul music, groove y pequeños detalles de producción que vayan más allá de los salvajes riff de guitarras de uno y el aporreo machacón del otro. De acuerdo que esto ya lo intentaron con su anterior disco “Attack & Release” producido por un Danger Mouse que les proporcionaría nuevas miras, pero lo que entonces se mostraba como una nada desdeñable apertura de puerta hacia nuevas texturas, se ha revelado ahora como un ejercicio de ventilación salvaje de su blues que, de crudo y rancio, ha pasado a rematadamente cool sin perder por ello un gramo de genuinidad.
Se trata es de dar una una nueva dimensión a toda esa musculosa black music en la que el color del intérprete (blanco) importa un comino
Si es que ese concepto puede o debe aplicarse a la música para que esta evolucione. El caso es que The Black Keys deslumbran con un discazo en el que hay cabida para todo. Para recuperar el espíritu de maestros como Screamin’ Jay Hawkins, Howlin’ Wolf o Lightnin’ Hopkins, pero sin olvidar la revisión que de ese legado han hecho coetáneos como la Blues Explosion de Jon Spencer o Gnarls Barkley (a los que rememoran en “Tighten Up” el único trallazo producido por Danger Mouse) y todo ello sin despreciar la cara soul de grandes nombres del género como Isaac Hayes o Marvin Gaye. Aunque más allá de los nombres de lo que se trata es de dar una una nueva dimensión a toda esa musculosa black music en la que el color del intérprete importa un comino. Tan sólo importa el alma pura como la buena “nieve” con la que está ejecutada. Y aquí hay colombiana de la buena.

"Cosas que no sé de ti" es una versión inédita en castellano que María Villalón ha hecho de "Gli ostacoli del cuore", de la cantante italiana Elisa Toffoli
He trabajado con el productor italiano Bob Benozzo y es una evolución de mi trabajo anterior: es más maduro, hay mejores arreglos. Es un álbum muy cuidado y también muy directo, pero sobre todo no es un disco de una sola escucha
La canción utiliza la melodía de la composición Bayatilar del compositor de Azerbaiyán Eldar Mansurov. Lanzada en octubre del 2009 como su sencillo debut, cuenta con las vocales de Vika Jigulina
Todo un regalo dirigido al paladar de los más finos gourmets de la cosa bailable
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EBS, siguen teniendo el encanto vocal de 2 voces femeninas diferentes, perfectamente fusionadas, que recuperan su sonido tradicional, la esencia de los 90, unido a la creatividad de Rocío
Marc Anthony ha vendido más de 11 millones de álbumes en todo el mundo, lo que le convierte en uno de los artistas más influyentes de su generación
LCD Soundsystem regresan el 18 de mayo con su tercer álbum, aun sin título, pero ya estamos en disposición de darte más detalles
