


Por Pablo Carabias. ¿Por qué no se venden casas? Porque son caras, es decir los posibles compradores creen que son un activo sobrevalorado y que su precio actual no refleja su valor real. ¿Por qué hay paro? Mejor dicho, cambiemos la pregunta: ¿por qué no se vende trabajo? Porque es caro, es decir los posibles compradores creen que es un activo sobrevalorado y que su precio actual no refleja su valor real. No hay más. Si los posibles compradores de cualquier bien o servicio lo juzgan como caro, es decir, que su adquisición no va a compensarles el desembolso que han de hacer, simplemente no lo van a comprar. Esto es aplicable a casas, coches, trabajadores del metal o futbolistas.
El trabajo proporcionado por un mileurista despedido era caro, por eso le han despedido, y, en cambio, el trabajo proporcionado por Cristiano Ronaldo no lo era para el Real Madrid y por eso le ficharon
Es difícil de entender para una mentalidad española que lleva años oyendo la cantinela socialista de los pobres trabajadores, de que los empresarios son malísimos, pero el trabajo proporcionado por un mileurista despedido era caro, por eso le han despedido, y, en cambio, el trabajo proporcionado por Cristiano Ronaldo no lo era para el Real Madrid y por eso le ficharon
Todas las teorías sobre las causas del paro, todos los estudios de sesudos sociólogos, economistas y funcionarios de la OIT, se reducen a esto. Cuando no se vende trabajo es porque está caro. ¿Y qué se puede hacer cuando algo no se vende? Es evidente, bajar el precio, hacer rebajas… y finalmente, si no se vende ni a la de tres, liquidarlo a precio de saldo e incluso regalarlo. Y dedicarte a otra cosa.
Esto es lo que hay.
Porque finalmente, los que han decidido que el trabajo es caro no son, como tratan de hacernos creer los subvencionados sindicatos, uno empresarios malísimos y sin corazón que quieren bajar lo sueldos de los pobres trabajadores. Los que hemos decidido que el trabajo es caro somos el conjunto de consumidores que hemos dejado de comprar muchos de los productos y servicios generados por dicho trabajo, pues su alto coste repercute y encarece el precio final.
Así, mientras no baje de precio y no se ajuste a la demanda, el trabajo seguirá sin venderse. Y el Gobierno parece decidido a impedir, con la ayuda de los sindicatos, que dicho trabajo pueda finalmente venderse. Y para acabar de rematar la faena, el suyo, el trabajo del Gobierno, de los sindicatos y del enorme sector público ineficaz y deficitario que soportamos, ese si que estamos obligados a comprarlo; no es raro que no nos quede pasta para comprar del otro.

La ética de la ley natural establece que puede determinarse lo que es bueno o malo para el hombre según le permita o le impida realizar lo que es mejor para la naturaleza humana
Lo perjudicial de la situación no es que existan las indemnizaciones por despido, sino que éstas no se puedan pactar voluntariamente por las partes
Intereconomía hizo el año pasado una campaña de autompromoción con esa idea. En un spot se comparaba el día del orgullo gay con "364 días de orgullo de la gente normal y corriente"
Por eso Obama se equivoca y Merkel acierta. Por eso Hoover y Roosevelt se equivocaron hace 80 años cuando desbocaron el déficit público de EEUU
Los difusores de la trola, milenaristas de nuestro tiempo, llevan una década tocando la flauta, con o sin su perro reglamentario, con tal acierto que los socialistas de todos los partidos bailan embobados la tonadilla
Los compradores potenciales de bonos soberanos de España se preguntan si el Gobierno no estará ahogando a los españoles
Las multas están tomando una parte destacable en la financiación de las administraciones locales
El franquismo introdujo y reguló los convenios colectivos por primera vez en el derecho laboral español en 1958.
Lo que sí soluciona el desempleo es la creación de puestos de trabajo por los empresarios. Pero para eso es necesario pronunciar dos palabras malditas: acumulación y capital
Algunos necios no se conforman con llevar vidas sencillas y dejar vivir a los demás: tienen que decirle a todo el mundo qué puede y qué no puede hacerles felices
